En los últimos años, el pretratamiento con plasma se ha establecido como un proceso estándar. El plasma se utiliza en la industria de la estampación en todos los procesos de impresión habituales, como la impresión digital y offset, la tampografía, la serigrafía. La adhesión de las tintas y lacas a la superficie mejora enormemente con el tratamiento previo con plasma, lo que aumenta considerablemente la calidad de la estampación. Las superficies de muchos materiales, como los metales, el vidrio, la cerámica e incluso los materiales naturales, como la madera y los textiles, suelen ser muy difíciles de imprimir, pero son susceptibles de ser funcionalizadas con plasma. Mediante el pretratamiento con plasma, muchos polímeros con superficies típicamente «antiadherentes» pueden imprimirse y recubrirse con éxito tras el tratamiento con plasma.
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